El abusador de Las Heras y la “casilla del horror”: dos casos con escalofriantes similitudes y un juicio en puerta

El jueves 14 de julio de 2022, dos hombre secuestraron y abusaron sexualmente de una chica de 16 años, a quien mantuvieron cautiva durante más de 24 horas en una casilla de una obra en construcción de la ruta 40, en Jocolí Viejo, Lavalle. Por el caso fueron detenidos un sereno y un guardia de una empresa privada de seguridad, identificados como Tomás Irala Cardozo (37) y César Rubén Ricarte (51), quienes deberán enfrentar el juicio oral el próximo mes, en la causa que lidera el fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual Flavio D'Amore. 

Mientras los imputados aguardan por el inminente debate en su contra, un caso de similares características y con una escena ubicada a sólo 7 kilómetros de distancia, también generó conmoción en la sociedad mendocina. Fue el lunes 7 de este mes cuando una joven de 20 años fue víctima de un rapto por parte de un vecino de El Borbollón, Las Heras. La retuvieron aproximadamente 8 horas y fue sometida a vejamientos por el agresor en una vivienda ubicada a metros del cruce de ruta 40 y calle San Ramón. 

A diferencia del caso ocurrido hace dos años en la mencionada localidad lavallina, el sindicado autor, identificado como Víctor Aníbal Rodríguez Ceballos (50), no pudo ser atrapado inmediatamente y recién cayó este martes, una semana y un día después del hecho. 

Pese a eso, las similitudes entre los dos ataques sexuales llamaron la atención de los detectives mendocinos, no sólo por la cercanía entre los lugares en los que se perpetraron. En ambas oportunidades, la investigación comenzó como una búsqueda de paradero y las familias de las víctimas recurrieron a las redes sociales para solicitar colaboración de la ciudadanía. 

Eso sí, mientras la menor de edad se encontraba desaparecida se realizó un importante despliegue con participación de policías uniformados, personal de Investigaciones, perros adiestrados del Cuerpo de Canes y drones de la División VANT (Vehículos Aéreos No Tripulados); mientras que el hecho que ocurrió recientemente, el operativo recién se realizó luego de que la víctima logró escapar de su captor y contó los abusos que había sufrido. 

Lo cierto es que la causa del rapto en Lavalle llegó a juicio y el proceso debía comenzar en marzo de este año. Sin embargo, la defensa de uno de los imputados solicitó una serie de peritajes que provocaron su postergación. Por eso, fijaron una nueva fecha para que el viernes 9 de mayo Irala Cardozo y Ricarte se sienten por primera vez en el banquillo de los acusados. 

Más allá de que la investigación inicial sostenía que la víctima fue retenida por varias horas, los dos imputados llegaron al debate imputados sólo por abuso sexual agravado. No obstante, fuentes judiciales revelaron que no se descartaba que durante el juicio se les sume el delito de privación ilegítima de la libertad, si surgen pruebas que confirmen que la víctima fue secuestrada. 

Un infierno en la ruta 40

El caso que llegará a debate el mes próximo tuvo su inicio entrada la madrugada del jueves 14 de julio de 2022 cuando la víctima se encontraba junto a sus padres y un hermano mirando televisión en su domicilio localizado a un costado de la ruta 40, en el citado distrito de Lavalle.

Alrededor de la 1, sus progenitores y su hermano se fueron a dormir, por lo que la chica quedó sola en el comedor. Horas después, cerca de las 4, su hermana menor se despertó para tomar agua y cuando se dirigió hacia la cocina, advirtió que la puerta de ingreso estaba abierta. Alarmada, comenzó a llamar a la adolescente, quien no estaba en su cama. Sin embargo, no obtuvo respuesta.

Acto seguido, la niña despertó a sus padres, quienes de inmediato comenzaron a buscarla a la chica junto a su hijo mayor. Recorrieron los alrededores del domicilio, ubicado en una zona rural rodeada por fincas y descampados, pero no lograron dar con ella.

Durante la búsqueda, se acercaron hasta una casilla ubicada frente a la vivienda, por motivo de la obra de la doble vía Mendoza-San Juan. Allí fueron recibidos por el sereno y un guardia de seguridad privada, quienes afirmaron no haber visto nada extraño.

Con el correr de las horas, la desesperación creció. Por la mañana, los familiares continuaron buscando por su cuenta, consultando con vecinos, conocidos y allegados. Al no obtener datos, cerca de las 16 del jueves, decidieron formalizar la denuncia por averiguación de paradero en la Comisaría 17° y en la ahora extinta Oficina Fiscal N° 7 (fue reemplazada por la Oficina Fiscal N°2 Las Heras-Lavalle).

Tras tomar intervención, la Policía desplazó a personal de la Unidad Investigativa Departamental Lavalle (UID) y otras divisiones para comenzar con las tareas en la zona. El operativo se extendió hasta la madrugada del viernes, pero debió ser suspendido por las condiciones climáticas: lluvia y una posterior nevada complicaron las tareas. Pese a ello, se dejó una consigna policial en el lugar.

Al reanudarse las labores, surgieron sospechas sobre el sereno que se desempeñaba en la casilla rodante. Por orden del ayudante fiscal de turno, fue trasladado para declarar. Minutos después, los uniformados detectaron un movimiento sutil en las cortinas del tráiler. Al mirar por una ventanilla, vieron a la adolescente buscada en el interior.

Ante esa escena, rompieron el vidrio y forzaron la puerta. Al ingresar, hallaron a la joven acostada, envuelta en sábanas y en estado de semiinconsciencia y con las manos atadas. Con esfuerzo, alcanzó a decir que había sido drogada y luego entró en estado de shock.

De inmediato fue trasladada al Hospital Sícoli y luego derivada al Hospital Lagomaggiore. Los primeros estudios médicos confirmaron signos compatibles con abuso sexual.

Ya recuperada parcialmente, la víctima contó lo sucedido y señaló a los dos hombres encargados de la seguridad del predio como los responsables del ataque. Ambos fueron detenidos inmediatamente y quedaron a disposición de la Justicia.

La adolescente, quien presenta un retraso madurativo, relató que mientras miraba televisión en la madrugada del jueves escuchó ruidos fuera de su casa. Al abrir la puerta, fue abordada por el sereno, quien la amenazó con un cuchillo y la llevó por la fuerza a la casilla.

El rapto en El Borbollón

Por su parte, el caso más reciente se inició pasado el mediodía del lunes 7 de este mes cuando la joven salió de cursar de la universidad y tomó un colectivo en el microcentro mendocino para dirigirse hasta su vivienda, donde la esperaba su madre. Cerca de las 13, se bajó en el cruce de ruta 40 y calle San Ramón y caminó hacia el norte.

En el trayecto, de acuerdo con la reconstrucción de los detectives, fue interceptada por Rodríguez Ceballos, quien la llevó por la fuerza hasta el interior de su domicilio. Allí, sometió a la víctima a vejaciones y la mantuvo privada de su libertad por varias horas. 

En paralelo, la familia de la chica radicó la denuncia de paradero al perder todo tipo de contacto con ella y se inició una intensa búsqueda por parte de personal de Investigaciones y también de los vecinos y parientes de la víctima. 

Al verse rodeado, surge del relato de la joven, Rodríguez Ceballos accedió a liberarla con la condición de que no revelara nada de lo ocurrido. Acto seguido, la sacó por el sector trasero de la propiedad y la muchacha le pidió auxilio a un colectivero, quien la llevó hasta el sector donde se habían reunido sus allegados. 

Una vez allí, la estudiante se reunió con sus padres y les contó el infierno que acababa de sufrir, lo que generó la bronca de los presentes y se registraron algunos reclamos hacia los policías que trabajaban en el lugar. 

Luego de poco más de una semana de búsqueda, Rodríguez Ceballos terminó siendo detenido por personal de la División Delitos Contra la Integridad Sexual.